Este domingo tocaba la Carrera de Fondo del Aljarafe o, como se conoce popularmente, la Carrera de la Fasa. Hemos quedado a las 8:45 en las instalaciones de la Fasa Renault para recoger los dorsales. Mi hermano me recoge a las 8:30 y me dice que no va a correr, que continua teniendo molestias y que se dedicará a hacer fotos. Con esta mala noticia nos vamos hacia la Fasa y cuando llegamos allí, nos encontramos con Roque y José Luis en el aparcamiento y luego llegan algunos más (Matías, Juan Antonio, Antonio…) y nos vamos hacia el stand que ha montado el club donde está Manolo con los dorsales. Cada uno recoge el suyo y nos preparamos para irnos hacia la Plaza de España (lugar de salida de la carrera).
Las calles que van de la Fasa a la Plaza son un hervidero de atletas, algunos ya calentando, otros con el chándal puesto todavía porque la mañana se ha levantado fresquita. Llegamos al punto de partida, la Plaza está repleta de gente, se respira un gran ambiente de carrera. Esperamos un poco a que lleguen los compañeros que faltan y nos hacemos la foto de familia.
En el grupo se nota una alegría distinta a la de otras carreras, esta es la carrera de nuestro pueblo y tenemos que darlo todo. Estiramos y calentamos un poco por las calles aledañas y entonces, me encuentro con un compañero de trabajo al que he medio engañado diciéndole que ésta es una carrera fácil, que apenas tiene 3 cuestecillas. De pronto suena un claxon, el coche de la organización viene de dar la vuelta de reconocimiento al circuito e intenta atravesar la plaza. Aprovechamos el momento para ponernos detrás y avanzar hasta la línea de salida. Ya situados alguien me da un toque en la espalda, es Manolo que nos está deseando suerte a todos. “Mucha suerte, Manolo, nos vemos en el stand del club en la Meta”. Y, de pronto, alguien pregunta: -“¿Y Roque, dónde está Roque?”. Finalmente, nos enteraríamos que se había puesto en primera línea como delata la fotografía del comienzo de la carrera.
Se escucha el pistoletazo de salida, los primeros kilómetros son difíciles, la calle Real se hace muy estrecha para tantos corredores. Nos vamos marcando para que ninguno se escape, o mejor dicho, me van marcando a mí, no sé por qué será. Pasamos el kilómetro 1 en 5’10”, no está mal para ser el primero, y empezamos ya a buscar el ritmo de carrera. Nos hemos quedado juntos Keko, José Luís, Gabriel y yo, el kilómetro 2 lo hacemos en 4’30”, ese tiempo está mejor aunque un poco fuerte para lo que yo tenía pensado. Bajamos la calle Real de Castilleja, subimos hasta la plaza, Keko da un tironcito en la subida pero le aguantamos bien. A la salida de Castilleja está el kilómetro 4, ya hemos recuperado el tiempo perdido en la salida y nos hemos puesto en una media de 4’35”.
Pasa el 5 y nos vemos a mi hermano en lo alto del todoterreno haciendo fotos; pasa el 6, recuperamos en la cuesta abajo de Guzmán para afrontar mejor la subida. De nuevo, Keko vuelve a tirar, esta vez le dejamos que se vaya unos metros pero en este punto Gabriel empieza a descolgarse. Subiendo pasamos el 7 y el 8 y entramos en Valencina. Keko continúa unos metros por delante pero antes de llegar el 9 le doy caza. José Luís continúa unos metros atrás pero no tiene excesivos problemas para unirse a nosotros aprovechando una bajada. De nuevo una subida, de nuevo Keko vuelve a dar un tironcillo y, de nuevo, dejamos que se coja unos metros de ventaja. Pero detrás de la subida viene una bajada y, entonces volvemos a juntarnos. Parecemos un acordeón. Ya estamos en el kilómetro 10, encaminando la salida de Valencina.
El carril bici es una zona conocida, a la vez que cómoda para recuperar las fuerzas antes del último tramo de la carrera. En él nos encontramos a Gabriel Sanjuán y a mi hermano haciendo fotos y animando. El carril bici se acaba, y nos adentramos en Gines. José Luís se descuelga un poco y Keko me comenta que le sobra la última cuesta. Nos aproximamos al Centro de Salud, voy fuerte y esta vez voy a aguantarle el ritmo a Keko. Comienza la subida, le digo a Keko: -“Vamos hasta arriba” y doy un tironcito para animar el ritmo. Pero Keko no me sigue, parece que realmente le sobraba la última cuesta. Continúo tirando hacía arriba, ya estoy cerca de la plaza y de pronto una voz: -“Vamos, esa gente de Gines” y continúo tirando hasta la peña bética para descansar después en la calle Del Aire. En este punto ya me he quedado sólo.
Paso el kilómetro 14 en 1h03’00”, por lo que he hecho el último kilómetro en 4’10”, en la Arboledilla está mi familia esperándome y mi hermano que me dice: -“Dale fuerte”. Asumo la última subida hasta la entrada en la Fasa, esto ya está hecho. Las fuerzas se van acabando, encaro la bajada hasta la recta de Meta y escucho más ánimos a la gente de Gines, saco fuerzas y adelanto a un par de atletas que llevo delante. He parado el crono en 1h07’11” (a 4’29” de media), ni por asomo había pensado en esta marca, seguro que mis compañeros de carrera me han ayudado a conseguirla.
Me reúno con el grupo en el stand del club y comentamos las sensaciones mientras esperamos a los demás. Todos parecen contentos aunque alguno ha acusado demasiado el esfuerzo. En fin, una nueva carrera, una nueva experiencia. Después de un rato de charla, desmontamos el stand y nos vamos a la zona de barbacoas para disfrutar de un día de convivencia con nuestras familias.
Muchas felicidades a todos por vuestra carrera, muchas gracias por vuestro apoyo durante la carrera y por la convivencia. Y muchas gracias por el detallito con mi futuro hijo que lo he puesto en el salón de mi casa para verlo todos los días.
