¿ PORQUE ME ATACASTE SR. VEGA ?
CRONICA DE LA II CARRERA NOCTURNA DE MATALASCAÑAS
No tenía confianza en esta carrera, en los entrenos de las dos últimas semanas no me sentía motivado, no tenía fuerzas, no me encontraba a gusto ni en los primeros kilómetros.
En el último entreno de domingo, Manolo Vega, el “Sr. Vega” para los amigos, se quedo a solas conmigo me estuvo aleccionando de como debía de afrontar las carreras, me dio una lección magistral de respiración, pisada, subida y bajada de cuestas, me corrigió la zancada y me comió el coco de tal manera que me sentí de nuevo disfrutando de un entreno.
El jueves antes de la Nocturna de Matalascañas estuve a punto de tirar la toalla, me faltó poco para llamar a Keko y ofrecerle mi dorsal. Pero el incansable Watsap no paraba de soltar las majaderías de los queridos compañeros. “Si voy a sufrir que mejor con estos chalaos” me dije.
Llegamos a Matalascañas a tiempo para cojer los últimos autobuses, algunos de nuestros compañeros no cabían en el que íbamos la mayoría y el chófer les invito amablemente a abandonar el autobús y a cojer el siguiente. Hay otras versiones de lo que les paso a nuestros compañeros pero esta es la oficial.
Después de una bonita y divertida ruta en la que conocimos a Manuela la simpática prima de Miguel, llegamos a la linea de Salida, donde los que siempre cerramos el pelotón del equipo nos posicionamos casi al final para no molestar a los KENIATAS.
Alfredo y el Sr. Vega se quedaron rezagados en el primer Km dándole conversación y consejos a Manuela. Mientras Jose Ramón y yo íbamos haciendo los primeros kms a un ritmo bajo y cómodo 5:40.
En el Km 3 encontré bastante fatigado a José Ramon a pesar del ritmo y me dijo que tirara que no me preocupara de él, yo la verdad me encontraba bastante cómodo, nada fatigado y disfrutando. ¿Cuanto me duraría esta sensación tan maravillosa?.
Me fijé en una parejita que llevaba un buen ritmo un poco más alto del que yo llevaba pero me arriesgue a seguirlos, aunque la mayoría de los corredores iban más cercanos al barranco yo busque la más cercana a la orilla, aunque llevara chorreando los botines allí estaba la arena más dura, lo que me haría menos sufrida la carrera.
Por el km 7 y después de pasar el primer avituallamiento me encontraba fenomenal, pase de cojer el avituallamiento con un sorbido a mi botellin que llevaba me resultaba suficiente.
La carrera iba estupenda, una temperatura ideal, tan solo los nublados no dejaban que la luna nos iluminara en su plenitud.
A un ritmo de 5:20-5:30 llegue hasta el km 11 cuando escuche por mi izquierda la botella de un corredor que se aproximaba a mi. Gire la cabeza y mi frontal ilumino al Sr. Vega, que alegría me dio iba a entrar en meta con el compañero que quizas más me ha comprender este mundillo. ¿Como vas? Le dije. Bien, bien, me contesto y no dijo más. Hasta que casi en el km 12 el Sr. Vega dijo; Venga vamos. Y cambio de ritmo, le seguí no me costo esfuerzo. Manolo quiere bajar la media que llevamos me dije.
Al cabo de poco volvió a acelerar el ritmo, le volvi a seguir y sin esfuerzo le dije; Manolo que queda 2 Kms y nos vamos a quedar clavaos al final con la arena seca. No dijo nada.
Que está haciendo el Sr. Vega, no entiendo después de 12 kms por la arena porque acelera al final con lo bien que vamos. ¿Me está atacando? No lo creo yo quiero entrar en meta con él y tener un bonito recuerdo de esta carrera y si tenemos suerte y el fotógrafo nos pilla tener una bonita foto con el Sr. Vega entrando conmigo y yo levantandole la mano.
En estas cavilaciones estaba yo cuando el Sr. Vega lanzo un nuevo ataque. NO ME LO PUEDO CREER. ¿PORQUE ME ATACAS SR.VEGA?. Le deje avanzar un par de metros y fui a por él cuando lo tenía a mi altura lo miré pero el tenía la mirada fija hacia adelante. Voy genial así que HAY TE QUEDAS, apreté con fuerza, me sentía cómodo lanzando este ataque, así que me decidí irme hacia la parte de la playa más próxima al mar, cuando ya tenía a la vista la Meta.
El público me jaleaba y me indicaba que fuera hacia mi izquierda, pero tan solo cuando estaba a unos 50 metros de la Meta me decidí buscarla, como había imaginado la arena estaba superblanda, pero seguía acelerando con todo mi alma hasta que alcance la meta.
Los Keniatas del club que ya hacía tiempo que habían entrado me recibieron como si hubiera sido el primero en entrar en meta. Fue entonces cuando me volví y vi entrar al Sr. Vega en Meta. Me fuí para el y lo felicite y le pregunté ¿ PORQUE ME HAS ATACADO?. Recibí sus felicitaciones pero no la respuesta a mi pregunta.
Ya recuperado y de camino hacia los aparcamientos donde nos esperaba la merecida cena que nos habíamos llevado, fue cuando yo mismo me respondí a la pregunta que me machacaba.
El Sr. Vega me ha vuelto a dar una lección, no todo son lecciones de técnica de pisada, de como respirar o de como afrontar una cuesta. Después del pistoletazo de salida no hay amigos, todos vamos contra todos incluso con uno mismo. Las amistades se dejan para los momentos de cervecitas e incluso los entrenamientos. A las carreras se vienen a competir y si se puede a disfrutar.
De nuevo el Sr. Vega no solo va derrochando sabiduría sino ayudando a los que acabamos de descubrir este bendito deporte a entenderlo y amarlo.
Darío Alonso.
Al Sr. Vega ni agua, jajaja. Siempre hay que ayudar al compañero pero sin perjudicarte tú mismo que después te pueden dar el hachazo. jajaja.
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