Voy a estrenarme en el tema de la narrativa con mi primera experiencia
en un maratón. Experiencia que para muchos de vosotros queda muy
lejos, pero que yo la tengo más reciente.
Ya el fin de semana de carnaval en Gines no era buen augurio, pero al
final no hubo mucho enredo y me acosté a una hora decente para tal
evento. A pesar de todo ello me desperté bastante pronto y con los
nervios típicos me puse a desayunar según me habían aconsejado,
deseando que pasase el tiempo y llegara la hora de la partida. Coji la
moto y me dispuse camino del estadio olímpico. Ahí llega mi primera
impresión, ambiente inesperado en el cual parecía Paco Martínez Soria
en las películas típicas del provinciano que llega a la capital. Toda
sensación para mi era nueva, sensación que me hacia aun ponerme con
mas nervios si cabe. Me encuentro a Manuel Vega y a Antonio Castro y
me llevan con el resto del grupo. Allí se respira la tensión en todos
los compañeros (excepto en Joaquín que es puro hielo, persona
tranquila y calculadora donde las haya). Nos preparamos y ultimamos
los últimos detalles. Cada vez queda menos tiempo y la adrenalina
sube. Entregamos las bolsas en el guardarropa y nos dirigimos a la
salida, nos damos el ultimo animo y a correr.
Durante los primeros kilómetros, bastante cómodo por cierto, vamos
Joaquín, José Manuel, Manolo Matías, Roque y un servidor. El primer
esfuerzo llega para recuperar al grupo después de parar a orinar antes
de entrar en plena urbe.
Van pasando los kilómetros a un ritmo para mi bastante cómodo y
aprovechando una buena zancada, lo que hace que pasado el primer
cuarto del maratón y al mirar hacia atrás deje de ve al resto de
compañeros, quedándome con Manolo Matías. Manuel avanza en el ritmo y
mis piernas me permiten seguirle pero la inexperiencia en dicha prueba
me hace estar timorato, al no tener control de la distancia. Van
pasando los kilómetros y me encuentro fenomenal pero con las cautelas
típicas de reservar fuerzas para poder finalizar la prueba. Llevaba la
radio, aunque opte por no ponérmela con el fin de poder disponer de
los 5 sentidos en la carrera y poder oír el aliento que desprende el
público que se echa a la calle.
Paso por la media a 1,40 y mi primer subidon cuando me encuentro a
Vegas´s family animando con todo tipo de instrumentos y pelucas. Al
poco puedo ver a Manolo Matías y metros posteriores observo como se
para, lo adelanto y continuo con mi ritmo cómodo y zancada poderosa lo
que me mantiene en un ritmo de finalización de 3 horas 20 minutos.
Sigo pasando kilómetros y casi sin darme cuenta me encajo en el campo
del Betis. Bonita estampa cuando al grito de “vamos Gines” me
reencuentro con Vegas´s Family con tan majestuoso escenario detrás,
ese estadio que me hace sentir las mismas sensaciones que el maratón
(alegría y sufrimiento). Al mismo tiempo que aprovecho para hacer
Betis con un Portugués que estaba junto a mi diciéndole que deberíamos
hacer reverencia en dicho campo, a lo que el portugués me mira como
diciendo “a este le falla el riego”. Continúo Palmera adelante, y me
encuentro con Juanlu, que con cara de haber dormido poco, ha
sustituido su disfraz de seise de la duquesa de Alba por sus
zapatillas y maillot para acompañar a los compañeros a correr.
Termino la Palmera y me dispongo a encaminarme hacia los Remedios
cuando me encuentro con Gabi que a lomos de su bicicleta se dispone a
apoyarnos en el recorrido.
Sigo pasando kilómetros y la sensación es muy buena, empiezo a pensar
que los éntrenos que hemos realizado han sido muy acertados, repecho
del puente del Cristo de la Expiración y encamino la calle Torneo, mi
paso por el Km 37 lo realizo a 2 horas 55 minutos, lo que me hace
pensar que llevo una media de finalización de prueba por debajo de 3h
20m. En ese momento recuerdo unas palabras de Manolo Vega en la cual
me dijo que otro año podría hacer el maratón en 3, 10, cosa que en su
momento me parecía una quimera, pero después de la carrera que iba
experimentadono me parecia tal.
Pero todo no iba a terminar tan bien, ni iba a ser tan facil.
Paso un puesto de avituallamiento y prescindo de tomar nada y llega el
fatídico Km 38 y comienzo a sentirme mareado, lo que me hace pensar
que no he sabido administrar bien la ingesta de glucosa, las piernas
se cargan y la cabeza ya no iba como antes, momento en el que recuerdo
las palabras de José Manuel, cuando decía “el maratón es muy largo y
se piensa mucho”. Con el fin de darme ánimos recordaba una frase de
Joselito en un entreno que me dijo “yo sufro lo mismo a mi ritmo que
tu al tuyo”, (algo debe de saber de esto ¿no?) por lo que entendí que
tenia que sufrir y no venirme abajo.
Sigo adelantando y empiezo a comprender como pudo Mauri pararse en el
Km 40 la pasada maratón. Los kilómetros ya no pasan como antes. A
esto que empiezo a escuchar unas voces que decían “que bien vas”, “al
final te vas a salir con la tuya” las cuales reconozco de Gaby,
reencuentro que a la postre seria decisivo ya que me da una naranja
que me levanta algo y durante los kilómetros que quedan me va hablando
lo que hace que la mente la distraiga.
Encamino el Estadio Olímpico y el éxtasis y la emoción embarga todo un
sentimiento. Atrás quedan los domingos de frío, lluvia, madrugones…
pero todo ello ha merecido la pena y se ve compensado con el momento
en el que me dirijo a la meta viendo ese reloj marcando 3:23:33. del
que sois participes cada uno de vosotros.
Gracias a todos.
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28 MARATÓN CIUDAD DE SEVILLA (19-02-2012)
Bueno, como soy uno de los novatos en esto de los 41.195 metros, “así
parece hasta más distancia”. Voy a empezar por recordar una tarde
soleada del mes de octubre de 2009 cuando andando por Isla Cristina,
un poco, para no echar a rodar por el sedentarismo, me picó el
gusanillo y me dije voy a dar una carrerita, esta primera carrerita
solo duró un par de minutos más o menos ¿Quién me iba a decir a mí que
esa carrerita iba a ser la semilla de lo que viví el domingo? También
es justo decir que tuve un primer jardinero que empezó a regar la
semilla para que fuera creciendo, ¡gracias Manuel!, y que este
jardinero me presentó a toda una cuadrilla de GRANDES PERSONAS que me
acogieron con simpatía en su grupo y me fueron enseñando los pasitos
para ir avanzando en conseguir los 38.000 pasos de Filípides, (para mi
conseguir la toalla que con tanto orgullo enseñaba Manuel cada vez que
podía, jajaja).
Empezamos el domingo, como todos me levanto, un buen desayuno, cojo la
bolsa y camino hasta donde me recogían los compañeros, llegamos al
estadio temprano, aparcamos, nos hacemos las primeras fotos, falta
Polvillo que se incorporaba un poco más tarde, entramos en el estadio,
es un mundo aparte de cualquier otra carrera, tengo los nervios, desde
la noche anterior por las nubes, viendo el ambiente en vez de
calmarme, me suben más. Nos preparamos, entre risas, de geles, dopaje
y fotos, Matías nos enseña hasta una botella de champan para cuando
lleguemos, que tío más apañao. Se acerca la hora y nos encaminamos a
las pistas, calentamos un poco, nos deseamos suerte y cada uno escoge
su grupo y su sitio de salida.
Yo voy con mis maestros, en esto de las carreras largas, Antonio
Castro y Manuel Vega, empezamos suave, pasado el kilómetro 1 pago la
primera novatada, parándome a echar una caña yo no se si era por lo
que había bebido, que no era mucho, o por los nervios que ya se iban
aplacando, mis compañeros de carrera aflojaron el ritmo y no me costó
mucho encontrarlos de nuevo. En el kilómetro 3 uno de los que corría
cerca levanta una piedra, esta impacta en mi pierna, y por un momento
revolotearon lo buitres de Ecija por encima de mi cabeza, una gran
alegría al ver que era una piedra, me parece que he sido el único que
se ha alegrado de que le den una pedrá.
Manuel va controlando el tiempo, para intentar bajar de las cuatro horas, los primeros 5 Km los hacemos en 29´22´´, por el 10 pasamos a 57
´17´´, siempre por debajo, un poco de lo estipulado por el estratega
del grupo, mis sensaciones eran buenas porque no tenía ninguna
molestia en las piernas, y cuando empezaba un poco de molestia en la
rodilla me tomé la pócima maravillosa en forma de gel, que no se si
sería psicológico o real, me puso las pilas y me quitó las molestias.
Los kilómetros iban pasando, entre los ánimos del público que a su vez
eran jaleados por Manuel, la verdad que Antonio tiene razón, cada que
se ponía a animar metía un apretón que nos dejaba descolgaos, en fin
para mí sigue siendo un espectáculo correr a su lado.
Pasando la media en 1hora 59´ vimos a la afición de Vega´s e hijos,
primer aliento del recorrido, después empecé a notar un poco de
escozor en el pezón izquierdo y era que se había despegado la tirita,
(la derecha aguantó hasta el final y la izquierda solo 23 Km, siempre
la izquierda ha sido más movida), tuve que pedir vaselina hasta dos
veces en el resto de la carrera para aliviar algo el dolor que
empezaba a sentir.
Llegamos a la Gran Plaza, y recordé las palabras sabias de mi amigo
Roque, “Antonio recuerda cuando gires en la Gran Plaza respira hondo
tres o cuatro veces y no sueltes el aire ni mires pa la derecha hasta
que no vuelvas a girar en San Fco Javier, dice la leyenda del maratón
que el que no sigue este consejo y respira o ve lo que allí ahí se
pierde para la eternidad” aunque me quedé con la intriga de ver lo que
allí había o de respirar para ver a que olía, yo hice caso porque mi
objetivo era terminar y no perderme en el Km 25. Muchas gracias Roque
por esos consejos, porque Manuel insistía “Chiquillo mira pa la
derecha y respira que te estás poniendo morao, que no te pasa ná, que
eso son cosas de Roque”
Seguimos ganándole pasos a Filípides y llegamos hasta el estadio del
Glorioso Real Betis Balompie, fantástica vista y fabulosa acogida,
allí se congregaron todas las aficiones que individualmente se habían
desplazado, yo le di un besito reponedor a la mía, y a afrontar la
última etapa. Cuando pasamos por el Km 30, Manolo se despide de
nosotros y tira para intentar bajar de las cuatro horas, así que nos
quedamos los dos Antonios, cuando llegamos al puente de los Remedios
Antonio Castro me dijo que se paraba porque tenía pinchazos en los
gemelos y que yo siguiera para delante, así que ya solo tenía unos 10
Km por delante.
Antes del campo de la feria vi a un amigo del fútbol, de esos que
ponen los ojos como platos cuando te ven correr, como si vieran un
espejismo, pero al final reacciona y te anima, y yo por supuesto
aumento un poco el ritmo hasta que supongo que lo pierdo de vista.
Tengo de referencia a la afición Vega´s que me indican por donde anda
Manuel, por un momento se me pasa por la cabeza tirar hasta
alcanzarlo, pero ese no es mi objetivo mi objetivo es llegar. Los
últimos 7 Km interminables, cuando estoy viendo el 39 viene un respiro
en forma de ánimo y de naranja reponedora transportada en bicicleta,
Muchísimas gracias Gabi no te las di en el momento porque no me salía
el habla del cuerpo, suficiente aliento para esos últimos kilómetros,
de estos kilómetros destacar la de corredores parados, andando,
mareados… que se ven (cadáveres como dice Manuel).
Último aliento de la familia antes de entrar en el estadio, y los
pelos como escarpias cuando bajo el túnel y salgo a la pista,
recorriendo esos últimos metros me emocioné un montón no lloré porque
creo que no me quedaba líquido en el cuerpo.
Terminé mi primer maratón, espero acompañar a este peaso de grupo en muchos más, después del esfuerzo brindamos con champan, tuve el honor
del descorche por ser el novato del grupo, y de entre los novatos el
más lento.
MUCHAS GRACÍAS A TODAS LAS NUEVAS PROMESAS DE GINES, A TODOS LOS QUE
CORRIERON FELICIDADES, A LOS QUE NOS ANIMARON GRACÍAS DE CORAZÓN POR
SU ALIENTO.
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Este año mi maratón ha sido
diferente a los anteriores. Si en los 2 primeros iba a un ritmo cómodo y
seguro para llegar fuerte a Meta, en éste la cosa cambió. Este año no
sabía que estrategia coger. No sabía si reservar yendo a un ritmo cómodo
como en los anteriores o imponer un ritmo más exigente para buscar mi
tope. Días antes, llegué a un acuerdo con mi hermano para llevar un
ritmo de 5'00", que no me parecía ni muy exigente ni muy cómodo, pero,
por lo visto, se le "olvidó", y yo no supe explicarme bien durante la
carrera, porque cuando le decía que íbamos por debajo de 5'00" él seguía
tirando. Y eso, que Roque intentaba ayudarme.
Esta vez nos
pusimos más cerca de la línea de salida que el año pasado y apenas
tardamos 50 segundos en atravesar la línea de salida. Pronto nos unimos
un quinteto formado por José Manuel Polvillo, Manuel Matías, Roque, mi
hermano y yo a un ritmo demasiado elevado para mi gusto. En el kilómetro
5, José Manuel y Matías comenzaron a distanciarse de nosotros a pesar
de las advertencias de Roque de que llevábamos un ritmo fuerte. Roque,
mi hermano y yo continuamos juntos manteniendo un ritmo entre 4'40" y
4'50".
Los kilómetros van pasando y, a pesar del ritmo, las
sensaciones son buenas, seguimos charlando y comentando la maratón. Allá
por el kilómetro 16 mi hermano se ve fuerte y me dice: - "Resérvate
para que tires tú del 21 al 30" y me río pensando la confianza que tiene
mi hermano en que yo vaya a llegar bien para entonces. Se pone delante
del grupo y pretende aumentar el ritmo, pero creo que conseguir
disuadirlo haciéndole ver que todavía quedaban bastante carrera por
delante, aunque bajamos de 4'40" durante 2/3 kilómetros. Casi sin darnos
cuenta llegamos a la media maratón en un tiempo real de 1h40'27"
(1h41'16" - tiempo oficial). Nos anima la posibilidad de hacer un tiempo
final de 3h20' pero de nuevo procuro mantener la calma para no pagarlo
luego aunque es difícil hacerlo recibiendo los ánimos de la familia
Vega. Por un momento pienso que el ritmo que llevamos es una locura pero
a la altura a la que estamos cambia mi planteamiento de la maratón y
decido exigirme el máximo.
Pasamos el kilómetro 23 donde
vemos a Risitas y a pocos metros nos encontramos a Matías andando. Le
animamos a que siga nuestro ritmo aunque también le advertimos que hay
más compañeros detrás a corta distancia. Toma fuerzas y se une al grupo
aunque el momento no es bueno; estamos en plena "subida" a la Gran Plaza
y el repecho se hace notar. Ya en Eduardo Dato recuperamos el ritmo y
recorremos la avenida a 4'36", en esto miro hacia atrás y veo que Matías
y Roque se han quedado.
Seguimos mi hermano y yo
manteniendo el ritmo por debajo de 4'50". Pasamos por el Benito
Villamarín y, de nuevo, la familia de Manolo que nos renueva el ánimo.
Pero a mi hermano le pueden los dolores y se empieza a quedar. En este
punto me quedan 12 kilómetros por delante en solitario. Me había
mentalizado durante los entrenamientos que esto me podía pasar, así que,
procuré hacerme a la idea de correr en solitario. En el 31 me encuentro
con Gabi en la bicicleta (en un principio no lo conocí) y me dice que
José Manuel va por delante pero no me dice cuánto tiempo me lleva (luego
he visto en los parciales que me llevaba 3 minutos).
Ya
sólo pienso en el kilómetro 33 donde está mi familia esperándome. Ver a
mi hermana, cuñado, a mi mujer y a mi hijo me da alas. Aprovecho el
siguiente kilómetro para comerme una barrita de chocolate que me han
dado y beber tranquilamente. Bueno, todo lo tranquilo que se puede comer
y beber a 4'50". Después de comer empiezo a plantearme si dar mi último
tirón pero decido esperar a cruzar el puente del Cachorro para quitarme
el repecho de la Ronda de Triana y del puente. En el puente vuelve a
acompañarme Gabi con la bici y me percata de que José Manuel está a la
altura de Plaza de Armas.
Aprovechando la bajada del puente
aprieto para intentar coger a José Manuel y hacer los últimos kilómetros
juntos pero las piernas no me responde como en el año pasado. Desde el
puente de la Barqueta hasta el final del parque mi ritmo se resiente y
no soy capaz de bajar de 4'55". Pero cuando veo el Estadio la cosa
cambia, las piernas parece que vuelven a responder y hago los últimos
500 metros a un ritmo de 4'10".
Cruzo la meta en un tiempo
real de 3h22'55" (3h23'44" - tiempo oficial) bajando mi mejor marca en
33 minutos (3h56' en 2011). Ni en mis mejores sueños me había acercado a
esta marca y mucho menos en mis previsiones. Llega el momento de
agradeceros a todos que me hayáis ayudado a mejorar tanto durante el
último año y a Roque y a mi hermano por exigirme un ritmo fuerte durante
la Maratón. Y, por supuesto, a los que apostasteis por mí para el
pódium final.
Nos vemos en la próxima.
Saludos.
Joaquín.
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Bueno es mi primera vez que
escribo desde la maraton. Este año no ha sido un año bueno para mi,
parece que la maraton me ha recordado todas las lesiones que han pasado
por mi en estos meses y la verdad que hacia tiempo que no sufria tanto
en una carrera, todavia tengo dolores en el lumbago, creo que puede ser
el nervio ciatico, espero que no se me haya dañado mucho, para poder
empezar a entrenar lo mas pronto posible que para mi la temporada no ha
terminado y creo que terminara el 22 de abril en la maraton de madrid.
Pongo a continuación el enlace de un video que acabo de ver y que me ha
recordado a un viejecito que recorria sus ultimo metro de la maraton
una vez terminada esta, cuando ibamos para recojer el coche, creo que
merece una reflexion del esfuerzo que a cada uno nos supone llegar a la
meta.
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Manuel Vega 23 feb,13:18
Bueno me toca
Con
vuestras crónicas me dejáis poco para comentar, así que esta se la quiero
dedicar a todos los que nos motivan con su presencia y ánimos, yo los llamo EL OTRO AVITUALLAMIENTO
:
Mí
maratón empezó el viernes 17/2 a las 19:00 cuando mi mujer y yo llegamos a la
feria del corredor para recoger el dorsal, allí ya estaban todos menos Roque y
Maury, nos hicimos las fotos de rigor y saludamos a otros corredores. Estaba deseando recoger la bolsa de regalos,
Roque me había dicho que mis hijos salían con la pancarta en la revista de la
maratón, nos reímos todos al ver la publicidad que había en la pagina era de
los quesos VEGA e HIJOS. Cuando llegue a casa comencé a preparar la bolsa con
lo que me iba a llevar para la carrera, los nervios no me dejaba quedarme
quieto y repase las cosas 20 veces.
Sábado
18/2: Había
quedado a las 14:00 con Antonio
Fernández y un amigo común, bien acompañado por nuestras mujeres, para ir a la
comida de hidratos. Cuando llegamos ya estaba allí Roque, Matías y Pepe Ramírez,
nuestro presi ya había usado su influencia para ser entrevistado por su amigo
el Spike (la prueba la tiene Matías en su móvil). Se homenajeo a la ONG “Yo
también empujo el Carro” esta organización capta fondo para
la investigación de una enfermedad rara llamada Síndrome Rett, el club de “LOS
JARTIBLES” se había encargado de traerlos. Después de diferentes homenajes:
veteranos con 73 años que seguían en la palestra, el que llevaba 651 maratones
y ya estaba preparado para la 652, el que con 52 años había preparado su
primera maratón, etc. todos te transmitían mil y una razones que te demuestran
que la maratón no es solo una carrera, cuando participas te cambia muchos
aspecto de tu persona como la disciplina, la constancia, el sacrificio.. pero
hay dos razones que para mí son las más importante, la amistad que te acompaña durante una parte la
carrera y la superación ,porque es uno y
solo uno el que tiene que ir pasando km a km y llevar las fuerzas al límite,
para luego utilizar nuestra mente y
convencernos de que hay que llegar a La Meta.
Después de una comida animada por
Los Centellas, decidimos ir a comer pasteles. A lo largo de la tarde iba
recibiendo llamadas de amigos y familiares que quería acompañar a mí mujer e
hijos para animar en la carrera. En resumen un día estupendo.
Domingo
19/2: como todos te levantas temprano, desayunas y
te pones camino al estadio. Ya estoy aquí otro año, me gustaría acabar por
debajo de 4 hora, pero al final como siempre lo que estoy es deseando escuchar
desde lejos el estridente pitido de la trompeta de mi hija y ver la pancarta de
todos los años. De nuevo ESOS LOCOS QUE
CORREN hemos tomado las calles de Sevilla. Un día al año el publico viene a ver
no solo al que más corre, sino al veterano, a la ama de casa, a todo tipo de
persona corriente, que por un día nos convertirnos en el punto de atención.
Nuestro esfuerzo que desde fuera parece inútil, en nuestro interior hace que nos sintamos grandes. No todo el
mundo es capaz de ACABAR UNA MARATÓN.
Comienza
la carrera: primer subidón km 20 mi hijo Alberto, su novia Bea y su madre Loli
(me comenta: en la media están los demás);
Km 22 mi mujer María del Carmen, mi hija Teresa, mis sobrinos Pedro y Ana, mis
cuñados Pedro y Margarí con sus pompones, pelucas, gorros y mi pancarta “VAMOS
MANUEL TU FAMILIA DE APOYA” con sus gritos de ánimos me hacen pasar bajo la
pancarta. Si tuviera el pulsómetro en ese momento creo que lo reventaría, le
comento a los Antonios: en una de esta me da. Durante la
carrera también me dieron ánimos dos amigos Jesús y Perico (Ginesbor) que
estaba echando fotos.
Km 28
al lado del campo del ... se han agregado al grupo Rocío la mujer de Antonio
Fernández y su cuñada con sus dos hijas, un amigo de Antonio y tres amigos
comunes Antonio, Maru y Loli. Ver tantas personas conocidas animándote y
sintiéndote el centro de su atención, es la leche;
km 33
campo de la feria, veo desde lejos los pompones rojos, de nuevo MÍ PUBLICO,
este año tengo buenas sensaciones, el entrenamiento que hemos hecho está dando
su fruto (y los geles)
Km 37
Calle Torneo me coloca de nuevo la pancarta para que pase por debajo, el año
pasado iba sufriendo, este lo estoy disfrutando, llevo varios km que no miro el
cronómetro paso el puente la Barqueta y aparece Gaby en bicicleta, es mi último
OTRO AVITUALLAMIENTO antes de la llegada al estadio. Miro el cronómetro y veo
que este año tampoco voy a bajar de 4 horas, pero voy muy bien y en ningún
momento se me pasa por la cabeza pararme. Giro y El ESTADIO empiezo a buscar
entre el público a todos los que me han ido acompañando durante la carrera y
los voy saludando. Como el año pasado mis hijos han colocado la pancarta en la
entrada al túnel, he llegado a LA META.
Me lleve una grata sorpresa al ver a Juanlu dentro del estadio, había acompaño
a Maury y a José Luis desde el campo del … Se que se me olvidarán muchas
persona que nos animaron, ayudarón y transmitieron esa energía necesaria para
acabar una maratón.
Después
de la carrera quedaba todavía la comida de clausura, cantar “Ese Toro enamorado
de la luna” (y algunas canciones más) fue un espectáculo la que se monto
durante la comida. Terminamos a las 20:00 de la tarde merendando en casa de mi
cuñada.
Felicitar a todos los que hacemos que
la maratón sea algo especial ya sea organizando, colaborando, corriendo o los
más importante ¡¡ANIMANDO!!
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